
De hecho, nadie es mejor que Ezra
Aunque constantemente daba lo mejor sí mismo, Ezra dijo que con frecuencia se preocupaba de no estar a la altura de ser un buen padre. El síndrome del impostor, donde uno duda de sus habilidades o logros y a menudo se siente como un fraude, se estaba convirtiendo en algo demasiado real para él, hasta que encontró su grupo del Circle of Fathers (Círculo de Padres).